martes, 25 de junio de 2013

Los Ovnis Nazis. Las Sociedades Thule y Vril (Primera Parte)


Los ovnis nazis. Las sociedades Thule y Vril
Ultimamente el hablar de ovnis resulta cada vez menos raro, seguramente debido al tremendo bombardeo de películas sobre extraterrestres al que estamos siendo sometidos desde el cine americano, que estrena sobre ese tema una película tras otra, por cierto, a cual más mala, no obstante sigue siendo un tema que, si lo sacas, provoca sonrisas cómplices entre aquellos que lo siguen considerando cosas de “frikis”. Sin embargo, cuando tratas de explicar a quien no sabe de estos temas, que los nazis ya tenían “ovnis”, entonces ya no piensan de ti que eres un friki, sino algo mucho peor.

Ciertamente, para los que no frecuentan estos temas es algo que suena surrealista, pensar que Hitler tenia sus ovnis parece sacado de una mala pelicula de “serie B”, sin embargo es algo bastante más que real y desde luego, como tema de estudio, es muy interesante. Efectivamente, a finales de los años 30 en Alemania ya se estaban construyendo las primeras naves circulares.

Os dejo un articulo donde viene una buena introducción a este tema, para que conozcáis aunque sea por encima, lo que sucedía en aquella época con las sociedades secretas Thule y Vril, pero, pensad por un momento…si ya en aquella época los nazis disponían de motores antigravitacionales y toda esa tecnología pasó a manos de los aliados con la operación Paperclip, ¿que tendrán ahora setenta años después?….¿de verdad pensáis que la élite, la de verdad, vuela en aviones comerciales?…

Si hay algo que los que llevamos tiempo con estos temas tenemos claro, es que los avances tecnológicos que se comunican públicamente, están bastantes décadas por detrás de la tecnología real que hay disponible solo para unos pocos y si ya nos metemos con las formas de obtención de energía, es realmente sangrante lo que están haciendo.

Os recomiendo la lectura completa del artículo pues es muy interesante


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Cuando las tropas aliadas tomaron Berlín encontraron insólitos planos y esquemas de armas secretas nazis. Aviones de ala circular, aeronaves de despegue vertical y minas volantes con apariencia de disco. Son los Platillos Volantes del III Reich. ¿Fueron esos diseños inspirados por extraterrestres?

«Por ser éste el último homenaje público que rindo a los héroes del nazismo chileno y a Rudolf Hess, he deseado revelar la existencia de los OVNIs hitleristas y las bases que ellos ya tienen también fuera del espacio terrestre. Esta revelación va dirigida no a los camaradas ni al público en general, quienes seguramente la tomarán como una fantasía, pues en su gran mayoría desconocen todo lo referente a este tema fundamental. La revelación tiene por objeto principal hacer conocer a nuestros enemigos, a los verdaderos gobernantes ocultos del Gobierno Mundial Secreto, que saben de 1a existencia de los OVNIs hitleristas y de sus bases extraterrestres, que nosotros también sabemos…».



Estas sorprendentes palabras encabezan el primer capítulo de un libro de título tan elocuente y explícito como Los OVNIs de Hitler contra el Nuevo Orden Mundial. Su autor no es un fanático irracional, un fascista violento, ni un cabeza rapada ignorante. La pluma responsable de esas afirmaciones es Miguel Serrano, uno de los escritores y diplomáticos más relevantes de la historia de Chile. Encabezó la representación política de su país, al frente de las embajadas de Chile en la India, Yugoslavia y Austria, y en la actualidad es uno de los mayores ideólogos del movimiento neonazi en todo el mundo.

¿Cómo es posible que un intelectual de estas características pretenda que el III Reich poseyera platillos volantes con bases extraterrestres fuera del planeta? ¿Se trata de un loco visionario? En absoluto…

Cuando aliados y soviéticos se repartieron los archivos secretos alemanes, tras la caída de Berlín, se encontraron con ingeniosos y fascinantes diseños de aeronaves extrañas y completamente revolucionarias, que posteriormente intentarían desarrollar en Rusia y EE.UU. con escasos resultados. Pese a ello fue la creatividad y la genialidad de científicos alemanes, como Von Braun, que tras la guerra se pasaron al bando aliado, la que ha permitido al hombre llegar a la Luna. No olvidemos que esos ingenieros alemanes desarrollaron la carrera espacial tal y como la conocemos y es un hecho indiscutible que los alemanes poseían conocimientos astronáuticos y aeronáuticos avanzados para la época.

Está documentada históricamente la existencia de varias patentes, diseños e incluso construcción de prototipos de aeronaves circulares o discoidales por parte de los alemanes, antes, durante y después de la II Guerra Mundial. Ya en fecha tan remota como en la Alemania del siglo XIX, y como una premonición de los platillos nazis que tantos quebraderos de cabeza han dado a los ufólogos modernos, el matemático y teórico de la aviación August Wilhelm Zachariae, hoy olvidado por la aeronáutica, experimentó con modelos de ala circular.

La historia de los platillos volantes alemanes se inicia con el meritorio Alexander Lippisch, quien desde principios de 1939 desarrolló para la Messerschmitt de Augsburg su caza-cohete con ala delta Me-163, que llegó a construirse en serie aunque sin alcanzar resultados espectaculares.

Pero también a finales de los años 30, otro alemán diseñó aeronaves de planta circular, más interesantes si cabe que las de Zachariae. Se trata del agricultor de Machern (cerca de Leipzig) Arthur Sack. Sack, aficionado al aeromodelismo, decidió abandonar las especulaciones sobre platillos volantes y ponerse manos a la obra, construyendo uno de esos modelos. Según publicaban las revistas aeronáuticas alemanas e inglesas Luftfahrt International, Air International o RAF Fliying Review, que reproducían fotografías de este “OVNI nazi”, no sabemos qué inspiró a Sack, pero ahí está su platillo volante.


Se trata de un avión de forma circular plana, con los colores alemanes de la Luftwaffe, del que tan sólo se conservan dos fotografías, sin más datos. El platillo, de impecable estampa marcial, presenta una cúpula similar a la del antiguo M-109, la estrella de los cazas de la II Guerra Mundial. La existencia de una hélice de madera y de un rígido espolón hace suponer que esta aeronave pudo ser pensada como oponente a los Mustangs, Thunderbolts y populares Spitfires aliados.

La presentación pública del platillo volante de Sack se efectuó durante la celebración del Primer Certamen Nacional de aeromodelos con motores de combustión, celebrado los días 27 y 28 de junio de 1939 en Leipzig-Mockau. El modelo presentado por Arthur Sack medía 1.250 mm. y pesaba 4.500 gr., siendo impulsado por un motor Kratmo-30 empotrado, de 0,65 CV y 4.500 r.p.m., con un rotor de 600 mm de diámetro.

Los participantes en el concurso, desarrollado prudentemente a puerta cerrada, debían cubrir un recorrido de ida y vuelta utilizando un mecanismo de dirección lo más sencillo posible. Sin embargo, este primer intento de utilización de pequeños modelos con fines tácticos de reconocimiento resultó un estrepitoso fracaso. La mayoría de los modelos, equipados con el llamado aparato autoguiado y sus respectivos motores, mostraron sus peores cualidades. El único modelo verdaderamente teledirigido, fabricado por Sinn, se rompió en la salida, y otro con una turbina de vapor, hecho por Soll, se incendió. Un desastre.

Sack no se libró de la racha. Su platillo volante no fue capaz de despegar del suelo y, finalmente, tuvo que ser lanzado al aire por su propio autor. Tras ese “despegue de emergencia”, el modelo realizó un vuelo estable de unos 100 metros, llegando a la meta a duras penas, si bien después de la experiencia Sack perfeccionó su diseño para vuelos más rápidos y largos.

Pese a todo, Arthur Sack tuvo mucha suerte, ya que entre los asistentes al certamen se encontraba el general-ministro del Aire Udet, quien resultó impresionado por la idea. Udet resultó un gran partidario de la utilización bélica de los platillos volantes, asignándoles la misma función defensiva desarrollada hasta entonces por los globos. Entusiasmado, el ministro prometió a Sack “allanarle el camino para posteriores investigaciones”. Dicho y hecho. Arthur Sack construiría algunos modelos más de platillos volantes antes de que comenzara la realización de un avión tripulado, a mitad de la guerra, en los talleres de MIMO (Mitteldeutsche Motorwerke), en Leipzig. El diseño final, denominado AS6, se concluyó en los talleres de vuelo de Brandis, a principios de 1944.

El primer prototipo del AS6 estaba equipado con un motor Argus 10C de 140 C.V. y tenía un ala circular con perfil Göttinger de 6,40 m de envergadura. Para un peso en vuelo estimado en unos 750-800 kgs, la carga alar debió de ser de unos 25 a 30 kilos por metro cuadrado. Por lo tanto, casi quedaba dentro del reglamento de medidas de una klemm 25D.

Hasta aquí los hechos incuestionables documentados en la historia aeronáutica que demuestran que lustros antes de que Kenneth Arnold emplease el término platillo volante para describir su avistamiento en el Monte Rainier, en junio de 1947; ingenieros alemanes construían verdaderos platos voladores. La cuestión es, ¿de dónde sacaron Zachariae, Lippisch o Sack la idea de un diseño aeronáutico circular?



A mediados de los noventa dos documentales de televisión sobre los platillos nazis conmocionaron a la comunidad ufológica internacional. En ellos se vinculaba el hecho histórico de la existencia de prototipos discoidales diseñados en la Alemania de entreguerras y las tradiciones esotéricas que tanto influyeron en la gestación del III Reich.

Intercalando fotos de platillos volantes en cuyo fuselaje aparecían esvásticas y cruces gamadas, con imágenes de la Alemania nazi y vídeos modernos de OVNIs, dichos documentales pretendían demostrar algo insólito: que los iniciados de la Sociedad Thule a la que pertenecían Hitler, Himmler y Hess, la “Santa Trinidad” del Reich, utilizaron a varias médiums alemanas para comunicarse con una civilización extraterrestre, que sería la que habría inspirado los diseños discoidales antes descritos y otros mucho más sofisticados que utilizarían no las hélices de los stuka o los motores a reacción de los sofisticados M-262, sino motores de “antigravedad”, fuerza “Vril” y otros conceptos pseudocientíficos.

Según los documentales citados, parece que todo pudo comenzar con la fundación de la Sociedad Secreta Thule, a principios de siglo. Años después, a finales de 1919, varios miembros de Thule y de una de sus filiales, la sociedad Vril -todos ellos especializados en energías alternativas- se habrían reunido en una lujosa mansión alemana en un encuentro, que según se decía en los controvertidos videos, estuvo presidido por la médium Maria Ostig, quien habría recibido comunicados sobrenaturales de los espíritus: textos escritos en sumerio y en el código secreto templario donde aparecerían las primeras pistas para la construcción de revolucionarias aeronaves capaces de llegar a las estrellas.

Para los hitleristas, que consideran a Hitler más un líder espiritual que político, los inspiradores de aquellos textos y los míticos “Superiores Desconocidos” serían criaturas extraterrestres que, mediante la médium, habrían sugerido a los científicos alemanes la construcción de naves discoidales que usarían un supuesto sistema de propulsión por levitación. Según la misma fuente, la sociedad Vril creó, a mediados de 1934, la primera nave antigravitatoria: la FRZ-1, y a finales de ese mismo año laFRZ-2, dotada de un sistema de “dirección por impulsión magnética”. Los conceptos utilizados en estos documentales, como energía Vril, motor Thuleo naves Haunebu resultan, sin embargo, harto incompatibles con la verdadera historia de los prototipos de aeronaves discoidales alemanes que han sido históricamente documentados. Según los análisis efectuados por quien esto escribe, los videos que se difundieron a mediados de los noventa son un fraude. ¿Con que objetivo? Probablemente utilizar el fenómeno OVNI para atraer a jóvenes fascinados por la ufología hacia las filas del movimiento neonazi.



LA SOCIEDAD THULE
Libros como “Geheime Wunderwaffen” (“Armas prodigiosas secretas”, partes 1, 2 y 3), de D. H. Haarmann o “Deutsche Flugscheiben und U-Boote überwachen die Weltmeere” (“Platillos y submarinos alemanes vigilan los mares del mun. Bergmann, hablaban ya de los “OVNIs del Tercer Reich”.
Luego salieron las novelas “Eine Deutsche Legende”, de Hans Altmann, casi una autobiografía, pues se basa según el autor en hechos reales, “Z-Plan”, del austriaco Ralf Ettl y “Das Erbe”, de Wolfgang Ziegler.

El año 1.919 se fundo en Alemania una sociedad secreta llamada Thule la cual se ramificó por todo el País. La central de la sociedad se encontraba en Munich. Gran número de miembros de la sociedad se alzaron en clara oposición contra la República Socialista de Baviera.

Fundaron un partido político y el año 1.921 nombraron un portavoz político que fue Adolf Hitler. Un joven conocido por sus creencias ocultistas. El plan de Hitler de fundar un imperio milenario le fue inspirado por miembros de la sociedad Thule. Las ambiciones políticas de la sociedad generaron la formación de pequeños grupos independientes uno de los cuales fue la sociedad -VRIL.

A finales de 1.919 un selecto grupo compuesto por miembros de la sociedad -Thule y Vril-, celebraron una reunión en una antigua masía. Llevo la voz cantante el Doctor Shuman, su especialidad eran las energías alternativas. Presidio la reunión la médium María Ostiz, también estaba presente otra médium, la joven Sira de 18 años. María Ostiz mostró unos textos que según ella había recibido de unos espíritus.

Uno estaba escrito en idioma Sumerio y el otro estaba cifrado en el código secreto de la Orden Templaria. Ambos textos fueron traducidos, eran planes para el desarrollo de una tecnología avanzada que permitiría el poder llegar a las estrellas. A partir de estos momentos los miembros de la sociedad -Vril, se consagraron a la realización de una de las ideas que nunca jamas habría podido concebir la mente humana.- La propulsión por levitación -. Supuesta toma de un modelo Hanebu

Después de la llegada al poder del partido Nacional Socialista. Las sociedades ocultistas pasaron a la clandestinidad.
La sociedad Thule creó en el interior de la “SS” una organización secreta llamada – Sol Negro. La sociedad Vril continuo sus investigaciones científicas, por lo que parece ser, que esta sociedad a medianos del año 1.934 creo su primera nave circular experimental propulsada por energía antigravitatoria. La “RFZ-1″. Los responsables de su construcción fueron el profesor Shuman y un ingeniero de vuelo.

A finales del año 1.934 la sociedad Vril había construido otra nave la “RFZ-2″ con un sistema de propulsión muy mejorado y por primera vez un sistema de dirección por impulsión magnética. Tenía unos cinco metros de diámetro, a más, poseía una de las características peculiares de los Ovnis; desaparición óptica de su entorno a causa de su aceleración y variación de su color según el nivel de su potencia, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, blanco o violeta. A pesar de su sofisticación técnica las naves circulares llamaron muy poca la atención a los políticos de aquella época.

La sociedad -Sol Negro vio los resultados obtenidos por la sociedad -VRIL y empezó la fabricación de su propia nave circular. A finales de 1.938 y habiendo combinado varias tecnologías, entre ellas la de los motores construidos por la sociedad -VRIL, fabricaron una nave circular de reducidas dimensiones propulsada por hélices, la “RFZ-4″.

Modelo Hanebu El año 1.939 la sociedad -Sol Negro ya había construido otra nave circular la “RFZ-5″ la primera gran nave espacial de 26 metros de diámetro y 9 metros de altura con el nombre de – Haunebu I-. El primer vuelo de esta nave se desarrollo bajo fuertes medidas de seguridad en el mes de Agosto de 1.939.



En el mes de Julio del año 1.942 se empezó a hablar de una nave circular de ascensión vertical propulsada a reacción, a finales de este mes se hicieron los ensayos prácticos en el mar báltico. En el primer vuelo de prueba alcanzo a una altura de 23.800 metros y en su segunda elevación alcanzo los 24.200 metros.

En el invierno del año 1.942 una nueva nave circular atravesó el campo de pruebas de la sociedad VRIL, se la llamo la “VRIL-1″. Con un solo tripulante y once metros de diámetro, estaba equipada con dos cañones CMK 108, calibre 300 y dos ametralladoras MG 17. Al mismo tiempo que se estaba probando esta nave. Se intentaron hacer contactos sobrenaturales y ya tenían los planos para la construcción de una nave mucho más grande la “VRIL-7″.



A finales del año 1.942 el departamento de investigación de la “SS” comenzó a trabajar en una versión más sofisticada del Haunebu I. El Haunebu II, tenía 31 metros de diámetro y 11 de altura. Su velocidad en vuelo tenía que ser de 6.000 kilómetros hora dentro de la atmósfera terrestre y se creía que podría viajar por el espacio exterior. La “SS” aun tenía planes mucho más atrevidos, habían diseñado una nave la Haunebu III de 120 metros de diámetro, e incluso diseñaron una estación espacial gigante a la cual llamaron “Maquina Andromeda” su peso era de 100 toneladas y parece ser que el peso no les era problema para ponerla en órbita.

Los días 3 y 4 de Enero de 1.944 Adolf Hitler se reunió con los miembros de la sociedad Vril para abordar el gran proyecto Vril, el lanzamiento de una enorme nave espacial a través de un canal dimensional, un espacio franco a la velocidad de la luz hacia el Universo. El Ingeniero Andreas Epp que fue diseñador de platillos volantes para la “SS” dijo;- “Havermound estudio mis planos y en una primera fase construyo platillos volantes.

Hubo una segunda producción en la cual tuve conocimiento de que hicieron un platillo volante de 42 metros de diámetro y también me entere que este platillo tenía que ser enviado a las montañas de Noruega y vuelto a llevar a su base, por ondas de radio a través de una emisora desconocida y un código secreto por radiocontrol. Finalmente termino destrozándose al aterrizar en las montañas, porque colisionó aparatosamente y no pudo volver.

Lo que resulta claro, a mi entender, es que los nazis tuvieron una ayuda especial, que les permitió disponer de una tecnología muy superior a la que en aquel momento se tenía. Tanto que hoy en día no hemos conseguido algunas de las cosas que investigaban ( naves antigravedad ).

La documentación de que se dispone, señala que esa influencia fue anterior a la formación del nacional socialismo, que tenía como origen un lenguaje sumerio.

Los lectores de este blog saben que los sumerios fueron uno de los focos (resultado de una época anterior al diluvio, donde los extraterrestres ejercian su influencia directa) anterior al diluvio. Saben que los sumerios fueron ayudados por los Nefilim, y que la confrontación de los Nefilim, con otras razas más evolucionadas tuvo como repercusiones el Diluvio y un cambio en la relación entre ellos y nosotros-

Quizás la segunda guerra mundial, significó de nuevo, un enfrentamiento entre dos culturas extraterrestes, por el control del planeta. La ayuda tecnológica explica el avance tan impresionante alcanzado por los dos contendientes.

Los lectores de este blog, también saben que la guerra con los Nefilim, tuvo como causa las manipulaciones genéticas que éstos realizaron. Resulta curioso que los nazis intentaran crear genéticamente una raza superior.

Los nazis persiguieron y quisieron eliminar a los judíos. Como sabemos el pueblo de Israel fue conducido y ayudado por ellos. La fábula de David matador del gigante. ¿querían los Nefilim, eliminar a los que les vencieron en la guerra que ocasionó el diluvio, y que desde entonces han tenido el control del planeta?.

La forma que tuvieron los nazis de conectar con ellos, a través de una médium, nos induce a pensar que no podían manifestarse físicamente en la Tierra, la causa es que el planeta era controlado por ellos.Si esto se sabía, por parte de los aliados, entonces es fácil comprender la razón por la que los rusos, pensaron que todos los ovnis eran malos y se dedicaron a perseguir y derribar naves extraterrestres en su territorio,como si se tratara de un enemigo terrible..http://maestroviejo.wordpress.com/2010/08/06/nuestra-respuesta-segunda-parte/ la alianza ovnis-nazis.

Por otra parte el fuerte secretismo en torno al tema ovni, es normal, ¿cómo explicar a la población, con la guerra acabada, que los ovnis de los avistamientos eran nazis? ¿si los ovnis eran claramente superiores, volverían y ganarían la guerra? Al mismo tiempo, se explicaría porqué se formó después de la segunda guerra mundial, un gobierno en la sombra, que se dedica a ocultar los casos de ovnis, y a negar su existencia.

Pero también surgen preguntas: ¿Con esta superioridad, por qué no ganó la guerra Alemania?

Quizás no llegó a tiempo toda la información, y los bombardeos de los aliados sobre la industria alemana impidieron crear nada. Eso explicaría, la fe del Hitler en las nuevas armas. También explicaría por que, se dilató tanto la guerra. Los nazis la alargaron esperando estas armas. Algunas de ellas como el avión a reacción les daba una ventaja sin igual, pero no se pudieron construir muchas unidades.

Vemos como de nuevo se nos ha escondido y ocultado una parte significativa de nuestra historia más reciente. Los dos países EEUU y la URSS se repartieron los científicos, como monedas del tesoro de la victoria, gracias a esto, se convirtieron en las dos superpotencias que gobernarían el mundo a partir de entonces.

Algunos documentales y personas empeñadas en negar lo innegable, la existencia de los extraterrestres, dicen que todos los casos, incluido el de rooswel, (ahora si lo aceptan), no son sinó los intentos de los aliados, para seguir con los descubrimientos nazis sobre platillos. Yo les preguntaría a estas personas, de dónde sacaron los nazis esta tecnología.

Sin duda, las afirmaciones, sobre naves espaciales capaces de surcar el espacio no llegaron, a los nazis, aunque, según parece, el objetivo de Hitler, fue retirarse para volver de nuevo.

Fuente: http://maestroviejo.wordpress.com/2010/08/10/los-nefilim-y-los-ovnis-de-los-nazis-primera-parte/

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